Monday, March 04, 2013

10 años de MÚSICA

Me fui a México en febrero del 2003 a estudiar música. Todavía recuerdo los meses intensos que precedieron ese viaje: me estaba graduando del colegio y mi madre se estaba divorciando de su segundo matrimonio. Uno de mis mejores amigos para entonces (y actual), Emiliano Polo, que toda su familia es mexicana, me había hecho la propuesta de que nos fuéramos a estudiar juntos, el cine y yo música, y que usáramos de pretexto la universidad, para vivir en el extranjero y cumplir nuestros sueños de grandeza. Al principio la idea la vea lejana e inalcanzable, yo ni siquiera me había subido a un avión en toda mi vida y con 16 años la idea me interesaba demasiado. No lo pensé mucho, simplemente me dejé llevar.

Llegué a la ciudad de México recién cumplidos los 17 años completamente muerto del miedo. Todas las historias que uno escucha de la gran Tenochtitlán pueden realmente abrumar a cualquiera, y yo, un pueblerino burgués que ni siquiera sabía lavar su ropa ni hacer su propia comida, me perdía en cada esquina de la ciudad y no salía mucho ya que no conocía nada ni a nadie. Viajar con Emiliano fue realmente de mucha ayuda para esos primeros meses que me marcaron de una forma que pocas cosas lo han hecho en mi vida, y me sirvió de colchón para adentrarme en plena adolescencia al inmenso mundo de la música.

Me inscribí en la Academia de Música Fermatta, para entonces adscrita a la Berklee College of Music de Boston (actualmente el sistema ha cambiado), entrando con una mano atrás y otra adelante. No sabía nada, ni por dónde empezar, ni cómo estudiar, ni nada, en pocas palabras, era un novato en las ligas mayores. Cursé la Licenciatura en Música Popular y llevé toda la carrera como instrumento la voz. El canto, que según yo lo hacía muy bien y se me daba de forma natural, ¡Grave error! En las primeras clases, aunque mi voz era agradable para todo el mundo, me di cuenta de las enormes fallas que tenía en función de la técnica que no me dejaban avanzar y mas bien me lastimaban cada vez que cantaba. Tardé varios años en corregir defectos que venía arrastrando desde los 12 años.

La carrera duró cinco años que se me fueron en un suspiro. Aprendí de todo y de nada. Me gradué con la convicción de que necesitaría toda una vida para ser un músico medianamente respetable, no me sentía que calzaba esos zapatos, ni por cerca, aunque ya tuviera una licenciatura, aunque haya aprendido armonía moderna y tradicional, contrapunto, arreglo, composición, y haya salido con buenas calificaciones, me sentía demasiado insignificante dentro del mundo de la música. Tuve grandes maestros, ¡grandísimos! Luis Zepeda, Hugo Warholtz, Baldomero, Rubén Hernández, Abitia, Mario Santos, Nadia Ortega, Sandra Cuevas, Ximena Moreno, Juan Carlos Paz y Puente, Sebastián Otero, La Bruja, Omar Soza y un montón más que recuerdo con enorme cariño y admiración. Para entonces también trabajé cuatro años en estudio de grabación y di clases a más de 50 personas en el transcurso de mi carrera. Me mudé unas 10 veces y viví como con 40 personas de todas partes del mundo, desde Chile hasta Mongolia, desde Colombia hasta Alemania y el Japón. Aprendí a cocinar, aprendí a lavar, aprendí a hacer mis trámites de migración solito, y aprendí a tener profundos sentimientos de soledad. ¡Todo a la brava!

También me dediqué a hacer discos con mi banda, los "doble circulación"; una banda que surgió de repente, de la nada, sin siquiera buscarla. Primero hice uno a solas con, Carlos Segura, el primer guitarrista de la banda con el que había trabajado desde el 2003 en otro proyecto que nunca cuajó. Lo grabamos con unas rolas que tenía guardadas en el baúl. Usamos la PC que estaba del cuarto de su hermano. Era el 2005 y lo sacamos para nuestros amigos y familiares a finales de ese mismo año. Yo lo presenté en unas vacaciones que tuve en Nicaragua y tuve la oportunidad de armar mis primeros conciertos con músicos profesionales. Luego nos propusimos buscar gente para armar un proyecto más serio y así entraron los demás. Nos metimos a ensayar y a componer en mi departamente de la colonia Copilco, al lado de la UNAM. Grabamos Suspiro para finales del 2007 pero lo estrenamos más de un año después porque uno de los guitarristas, Fernando Murillo, se casó y fue a vivir a Canadá. Negociamos con la disquera que teníamos en ese momento un contrato ficticio que sirvió para darnos cuenta que lo mejor es hacer las cosas por uno mismo y tomar los toros por los cuernos. Con Suspiro tocamos en todos lados, en festivales enormes donde llegaron miles de personas, en la televisión, en la radio, en el interior de la república, en Nicaragua. Promocionamos como locos, nos sentimos rockstars y músicos profesionales al mismo tiempo; llegamos a vivir días intensos. Mientras hacíamos todo eso, compusimos rolas maravillosas que nos hacían pasar días metidos en la sala de ensayo y salir a celebrar cuando hacíamos bien nuestro trabajo trayendo a la luz canciones que nos hacían sentir orgullosos. Nos emborrachábamos y debatíamos el 99% sobre música y como ser mejores músicos mientras compartíamos canciones que nos marcaban. Grabamos Dual para el 2010 de una forma muy diferente a Suspiro, teníamos la presión de que estábamos financiándolo nosotros y la presión de dar el ancho que se necesitaba para un proyecto como "doble". Lo terminamos casi a finales de ese año y para entonces Edgard Fonseca, que se había ido a estudiar guitarra a Barcelona, fue reemplazado con Iván Beltrán. Lo mismo, nos metimos a componer, y a tocar. Hicimos un par de giras y viajes juntos y convivimos más que nunca como familia de hermanos. Otros días intensos. 

Tuve un accidente con mi familia para finales del 2010 donde casi fallece mi mamá, y por eso tuve que abandonar el DF a principios del 2011. Cuando le dije a los dobles que tenía que irme, ellos, leales y firmes, quisieron hacer el viaje conmigo, exceptuando Emmanuell que tiene un hijo en DF, nos fuimos a convivir casi 5 meses juntos en un viaje que nos marcó de por vida. Discutimos, tomamos, compusimos, tocamos, viajamos, y luego una vez dada terminada la gira, decidí quedarme unos meses más en mi tierra.

Estos 10 años de música han estado llenos de pura intensidad. No han habido meses tranquilos, si no tengo nada que hacer, me voy de fiesta a vivir intensamente y aparezco cuando surja algo, si tengo mucho trabajo, olvido lo demás y me centro en mis ideas. Lo interesante de todo es que sinceramente siento que estoy empezando, que todavía no he hecho ni el 10% de lo que necesito hacer. Decía Mick Jagger en una entrevista que el propósito de su vida sería encontrar la satisfacción, como la rola, y creo que en una carrera como la música, la búsqueda de la satisfacción, al menos en mi caso, ha sido una constante. 

Regreso a México luego de estar por primera vez más de un año fuera desde aquel 2003. El 2012 fue un año de descontaminación y depuración de muchas cosas que venía arrastrando desde hace tiempo. No estuve inactivo, siempre estuve dando conciertos, clases y componiendo, pero con un ritmo completamente diferente a como venía trabajando anteriormente. Esta vez grabaré mi primer disco como solista con Aedón Records, una disquera independiente de jóvenes músicos con los que he trabajado anteriormente y a los que honestamente admiro muchísimo. Espero poder tocar con los dobles también, eso me gustaría demasiado. Tengo demasiadas ideas musicales, pero creo que lo más importante es que este disco sea lo más honesto posible, que me refleje tal cual estoy ahora: firme, tranquilo, paciente, con mucho amor que dar, y mucho mejor músico que cuando salí de la carrera. Lo que vaya a suceder con él, pues el tiempo lo dirá, yo mientras tanto me dedicaré a vivir el presente. 



Tuesday, January 29, 2013

Vocal Coach

Mientras cursaba el segundo año de la Licenciatura en Música Popular en Fermatta (México DF 2003-2008) entré a trabajar a un estudio de grabación por recomendación de uno de los guitarristas de Doble Circulación, Carlos Segura. Ahí hacíamos discos de Karaoke que se vendían en todos las tiendas de discos, Sanborns y Wallmart de México y Estados Unidos. A mí me tocaba básicamente cantar todas las canciones que se grababan en el estudio ya que los discos tenían la modalidad de poner o quitar la voz para las personas que se perdían solamente con la instrumentación. Suena como un trabajo fácil e incluso mediocre, pero la verdad a mí me sirvió muchísimo y no me resultaba tan sencillo, ya que canté los más populares géneros que existen en la música popular: Pop, Rock, Salsa, Teatro Musical, Cumbia, Hip Hop, Reggae, Funk y hasta Reggaetón y tenía que encontrarle el feeling a cada género. Desde Maná y Café Tacvba, hasta High School Musical, Calle 13 y Camilo Sesto. Creo que ni con dos carreras de canto hubiera aprendido de mi voz lo que aprendí por esos cuatro años ya que grabé alrededor de 100 discos de 12 canciones cada uno.

Cuando terminó el trabajo me vi en necesidad económica y tenía que tener una fuente de ingresos importante para poder pagar mi renta, comida, gastos y bacanal; así que me propuse dar clases de canto (cha cha cha chán...). Ya había dado clases anteriormente, pero esta vez sí quería meterme en serio con la docencia, creo que más por necesidad que por propósito de vida. Para sorpresa mía, me fue muy bien. De pronto me vi con diez, doce clases a la semana que me dejaban un ingreso bastante interesante, tomando en cuenta que mis alumnos llegaban a mi departamento y cuando salía a darlas a domicilio era en la misma Colonia Del Valle donde residía para entonces.

Nunca pensé que iba a disfrutar la docencia, de hecho me ha llegado incluso a apasionar. Luego de terminar una clase quedaba de tan buen humor que me ponía a cantar, componer, escuchar música o simplemente a practicar mi propia técnica y estilo. Dando clases mejoré mil veces más mi forma de cantar y comencé realmente a resolver cosas que de plano no tenía resueltas.

Hace poco leyendo por internet sobre técnica vocal, sus miles de variantes y como muchas veces los coach no estamos de acuerdo el uno con el otro, encontré un artículo de John Henny, uno de los coach más reconocidos en el mundo con el que estoy casi completamente de acuerdo. Me tendrán que preguntar personalmente cuál es el punto donde difiero. He aquí su artículo:

34 cosas que he aprendido en la enseñanza del canto - Por John Henny


Aquellos de ustedes que me conocen probablemente saben que he hecho algunos cambios grandes en mi carrera docente en los últimos años. Los cambios en las técnicas de enseñanza y asociaciones de negocios me han enseñado algunas lecciones valiosas. En esta época de fin de año de reflexión, me gustaría compartir algunas de estas ideas y observaciones con ustedes.

Aquí están, sin ningún orden en particular:

 1. No hay un sólo método de canto.

2. No hay una sola gran autoridad vocal o maestro de canto.

3. Una escala es sólo una herramienta del el profesor para poder escuchar mejor. Ninguna escala pertenece a una técnica en particular.

4. Las escalas son en última instancia, una trampa. La música real no ocurre en la repetición de patrones en triadas mayores. Hay que introducir al estudiante en la música lo antes posible.

5. Dicho esto, hay que aprender más escalas.

6. No hay que enseñar con miedo.

7. Los sonidos incompletos pueden ser una trampa. Sonidos como “Hooty” (es el nombre que se le da en inglés dentro de las técnicas norteamericanas a un sonido al estilo de flauta cuando se canta) pueden quitar la tensión vocal, pero no tienen que ver con el canto real.

8. Nadie paga por escuchar a los grandes cantantes cantar escalas.

9. Una pequeña sección de una canción puede ser una gran escala que se utilice como un ejercicio musical.

10. Las formas de hacer vocales son casi infinitas. Aprende todas.

11. Los maestros no somos celebridades. Podemos tener la suerte de trabajar con ellos, pero nosotros existimos en el mismo nivel que los estilistas y entrenadores del gimnasio.

12. Un maestro mediocre que tiene buena técnica usualmente tiene mucha habilidad para venderse correctamente.

13. La enseñanza es una verdadera industria del servicio.

14. Una vez que se deja de aprender, ya no somos relevantes como profesores. Podemos vivir y trabajar a costa en nuestra reputación pasada y nuestra lista de estudiantes, pero eso será todo.

15. Si un estudiante nos dice que somos el mejor profesor del mundo, no le crea.

16. Hay que asociarse con los maestros apasionados por la voz, incluso si no estamos de acuerdo con todo lo que dicen.

17. Incluso los profesores con los que no estamos de acuerdo completamente tienen razón en algo.

18. Casi todos los maestros se equivocan en algo.

19. Siempre hay que estar preparado para tener fuertes nuestras creencias probado lo que es falso.

20. Si uno está completamente dedicado a un sólo método o maestro, nunca vas a crecer tu verdadero potencial.

21. Las metas del estudiante y sus deseos son más importantes que su técnica.

22. La técnica vocal ni siquiera se acerca al nivel más alto del canto. La interpretación sí.

23. Admitir que estamos equivocado es más poderoso que tener siempre la razón.

24. Si un maestro de canto tiene una respuesta para TODO, es probable que te esté engañando.

25. Si un maestro nunca dice: "No lo sé", definitivamente no sabe.

26. El ego es la niñera de la mediocridad. Cuando los encuentres juntos trata de irte lo más lejos que puedas.

27. Hay coach que realmente no tienen habilidad para enseñar.

28. Los maestros que constantemente se enfocan en enseñar cómo tener fama, obviamente, no tienen idea de lo que es el proceso de una carrera importante.

29. Pequeñas diferencias en la comprensión pueden conducir a problemas importantes para los estudiantes.

30. Si tú y la ciencia están en desacuerdo, la ciencia tiene razón.

31. No se puede aprender lo suficiente sobre música.

32. El estilo es más importante para el cantante que la técnica.

33. Tan sólo muy pocos de mis artistas favoritos cantan con una técnica consistente.

34. Podemos, a través de la humildad, dedicación y el servicio, verdaderamente cambiar vidas.


Wednesday, January 16, 2013

Entrevista

Para sorpresa mía, y a pesar de no haber publicado nada hacer ya un par de años, he tenido un tráfico interesante en este blog; así que he decidido dedicarle un tiempo a la semana, reactivarlo y comenzar a publicar más artículos y pensamientos; el podcast de disco en el que he estado trabajando y puliendo esta semana, entre otras cosas. 

 No había publicado hace rato debido a cierto desorden de pensamientos que he tenido los últimos dos años debido a la enorme cantidad de acontecimientos que me levantaron por los aires durante varios meses. Ahora estoy mucho más centrado, mucho más tranquilo y las aguas turbulentas me ayudaron a limpiarme de muchas cosas que no me dejaban ver claro el panorama. 

 Siempre ha sido terapéutico para mí escribir cualquier cosa, a veces me relaja, a veces simplemente me mantiene la mente ocupada una vez que las redes sociales me saturan de tanta tontería. Esta vez me gustaría compartir una entrevista que me hizo mi cuñado, un estudiante de literatura del New Hampshire Institute of Art, el Señor Shane Bendaña, que me hizo pensar sobre mi carrera y lo que ha sido para mí estos 10 años dedicados a la música (en Febrero cumplo una década de haberme ido a México, wtf!!!).

Perdón para los que no sepan inglés pero me da hueva traducirla:


 Shane Bendaña
Interview
Tim Horvath
Professional Artist
December 14, 2012

Donaldo Sevilla was born in Managua, Nicaragua in 1985 during “the war of aggression” (as Nicaraguans call it) between the Contras and the Sandinistas. From his explicit chorus lines in “Proyectil” down to his unconformity in a country that he feelt could improve economically, it’s evident that having grown up in a revolutionary atmosphere influenced Donaldo’s desire to want to become a professional musician. This hostile atmosphere greatly influenced the vocalist who would later travel to México and embark in the most important adventure of his life.

Donaldo always knew that he wanted to be a musician. He stated that “this type of profession is not chosen, it is something a person is predisposed to from an early age,” whether they’re conscious of it or not. Fortunately, his parents had the economic means to send him off to México City, where he began his career as a professional musician. He studied in Fermetta, the most prestigious music school in México, which offers Bachelor of Arts degrees, Masters, and PhDs in various areas of music.

The vocalist currently lives in Managua, but he assured me that the move is only temporary. He is excited to move back to México City early next year to begin his career as a solo vocalist, where he plants to record his first album. Donaldo had been a member of indie- rock band Doble Circulación for about six years, with multiple appearances in Telehit and Ritmoson Latino, two of the most popular Spanish speaking music channels in Latin America. After the release of their first album, Suspiro in 2009, the band appeared national and international music festivals like Goliath Festival and Festival Libre Latino. They also appeared shared a stage with La Cuca, Las Victimas del Dr. Cerebro, Abominables, Austin TV, Black Eyed Peas and Calle 13. 

Nicaragua is a third world country. When Donaldo moved to México in 2003, there were approximately 1 million inhabitants in his country. Nicaragua just didn’t have the resources that would allow him to go big. Before he left his patria, Donaldo had participated in various talent shows in high school, but he professed to me that those shows were all “too local and microscopic.” He wanted to be a part of a larger group of individuals that shared his same passion for music, and the news hit that México had a more broad music scene. He finally decided to travel to México with one of his best friends from childhood, Emiliano Polo, who proposed the idea to him because he too wanted to tackle the Méxican artistic world but unlike Donaldo, Emiliano wanted to be part of the film industry.

During his study at Fermetta Music Academy, Donaldo formed, Doble Circulación (Dual Circulation). He stated that he never planned to form a band with these mutual academically trained friends. The band gradually formed itself slowly after the Mexican- Nicaraguan men eventually found themselves at the same parties. They began to form lyrics and melodies and quickly found themselves on the stage.  The name of the band represents “the merger of two countries, México and Nicaragua,” Donaldo said. “We liked the merger that had a name with many interpretations. It was very symbolic for me because it included not only the musical aspect, but also el aspecto de naciones.” I did not alter “el aspect de naciones,” because google translate butchered its meaning to “appearance of nations.” What Donaldo was trying to get at is that the meaning of the band’s name not only stood for a merger of the band’s dual heritage, but it also encompasses all nations into one.  While Ivan (guitar), Emmanuel (drums), and Bernardo (bass), are Méxican born, Donaldo is Nicaraguan, therefore, Donaldo’s plan was to link every Latin nation under one name. There are no personality traits that divide their countries when the band is on stage. 

A variety of 60s and 70s rock bands influenced Donaldo’s love of melodies, The Beatles in particular, but its Canadian artist Rufus Wainwright that personally influences his song writing process. “There are a ton of good songs out there that it is difficult for me to chose one or five. I would hate to have to leave other great ones out.” The Nicaraguan vocalist is an avid reader: he is most influenced by Julio Cortázar, José Saramago, Sergio Ramírez, Gore Vidal, to mention a few. Donaldo reads anything he can get his hands on, online blogs, newspapers, magazines, literary fiction, nonfiction, and history. Literature has helped Donaldo express himself more elaborately in conversations about his work. He’s the type of person that always has his face inside a book, whether he’s at home sitting on the porch, or in a beach in Managua with several close friends.  

When I asked Donaldo if he ever had writer’s block during his song writing process, he said, “Sure, stagnation is present as in any artistic discipline.”  The only word that can be translated to refer to “writer’s block” in Spanish, is “stagnation,” therefore, the two words sort of have the same meaning in Donaldo’s response. The Nicaraguan vocalist doesn’t leave his house without first securing a notepad inside of his back pocket. He expressed that he gets writer’s block whenever his emotions don’t link with what he is trying to write.

When I asked Donaldo what he wanted his listeners to get from his songs, especially that of “Proyectil” and “Otra Vez,” he told me that when a piece of art is thrown at the public, the piece no longer belongs to the creator, but to the public, therefore, interpretations vary. He says, “When someone that has listened to my albums or has been to my concerts, comes up to me and tells me that they loved it because it reminds them of something they have personally experienced, I know that I am doing my job well.” Every song that Doble Circulación presented to their fans with is an emotion that Donaldo had felt, a particular state of mind, a conflict, or a longing for something or someone.

Donaldo has to be one of the most outgoing individuals that I have had the honor to meet. His commitment, passion, and dedication to music are so great that he would train young amateur vocalists in his house. Last year, he had about six students that would come to his apartment to practice different melodies. I was there visiting his sister, a very close friend mine. We would usually be in her room, trying to watch a movie, but Donaldo’s keyboard and his constant Do Re Mi Fa So La Ti Do made it impossible to concentrate. Donaldo’s career will only keep growing when he returns to his beloved México City—the city that opened its arms to him and gave him opportunities that were unthought-of in Nicaragua. 




Integridad musical


Al hablar de integridad dentro de la música mi intención no es hacer juicios de valor en la forma de actuar de los demás músicos colegas, sino simplemente hacer referencia a la importancia de entender que la música es una disciplina artística, la cual ha llevado al ser humano a niveles de desarrollo en todas sus facetas que sin ella no hubiera podido llegar. En el mundo moderno la música es un negocio, pero el origen mismo de ella nunca fue planteado así, simplemente nació por necesidad, de la misma forma que lo sigue haciendo en los músicos alrededor del mundo, luego se transporta a las demás personas por lo que es necesario los intermediarios que ayudan a los profesionales de la música a vivir de su arte y seguir haciendo más y mejores obras.

Hacer música: canciones, arreglos, sinfonías, etc., sin la visión de comunicar algo o de imprimir honestidad y reflejo del músico que la está creando, es algo completamente diferente a lo que es una disciplina artística. Eso es simplemente seguir la corriente de lo que está de moda y actuar al margen de lo que realmente pasa en nuestras mentes; en pocas palabras es lo peor que le puede pasar a un músico. Aunque trabajemos haciendo arreglos para una banda que toca en un programa de televisión o hagamos ring tones para celulares, tenemos que mantener nuestra propia ética y ser congruentes con nosotros mismo; mantener nuestra propia forma de expresión. Eso fue lo que hizo posible el desarrollo de la industria en el siglo XX, tanto comercial como artísticamente. Podemos alegar que las demás personas no entenderán nuestra obra, pero también debemos considerar que si hacemos obras demasiado inteligibles nadie, muchas veces ni nosotros mismo, va lograr comprenderlas.

El ser humano siempre va a responder a cualquier manifestación musical que le esté transmitiendo algo por muy osado que esto sea. Así fue que se formó el Rock & Roll en los 50’s de la mano de los músicos negros y popularizado por Elvis. Así surgió el Jazz, el Blues, el tango, contra cualquier pronóstico de los empresarios de la época que alegaba que era demasiado arriesgado apostar por algo novedoso e innovador. El músico que a la hora de la composición piensa que hay que componer cosas como las que suenan hoy en la radio solamente para disminuir lo más posible los factores de riesgo y tener un trabajo seguro está actuando en contra de la música como manifestación del arte. No lleguemos a malinterpretaciones tampoco, si un músico sinceramente quiere actuar de esa manera, y hacer canciones como las que están de moda, tiene todo el derecho de hacer lo que quiera. De hecho cualquier persona puede hacer lo que quiera de su carrera y de su vida, es un país “libre”, pero anteponer eso a sus verdaderos principios e ideas no es correcto ni conveniente, tanto para la escena musical y la comunidad de músicos, como para la industria y el país en cuestión.

Entraríamos en una etapa de falta de ingeniosidad e inventiva donde el desarrollo musical se estancaría al igual que lo hizo por las represiones en la edad media; aunque en este caso sería una especie de auto represión. Debemos entender que esto tampoco es una generalidad, simplemente es una forma de concientizar nuestra labor como artistas, no sólo porque esa palabra se haya devaluado por la industria que llama a cualquiera que sale en la televisión así, sino para hacerle honor a los grandes que nos precedieron y a nuestra propia naturaleza creativa. Las composiciones novedosas siempre tienen cabida en el oído de las personas, probablemente no sean del agrado de las grandes masas consumidoras de la cultura pop, esto dependerá del grado de cultura del país en que se desarrolle, pero siempre tendrán oído en personas ansiosas de escuchar lo que tienes que decirles, expresarles y hacerles sentir.

Por eso es importante mantener la integridad como músicos, en primer lugar porque la música es un arte y tiene que ser considerado siempre como tal. Y en segundo lugar, porque es absolutamente necesario que como músicos nos demos a respetar en sociedades como la latinoamericana, donde la música todavía no se ve como una profesión digna como un doctor en leyes o en medicina. De esta manera la industria, aunque pueda relinchar muchas veces, encontrará maneras de hacer llegar diversas formas de creación musical, a públicos diversos, porque a ellos también les conviene.


La melomanía


Al hablar de música, nuestro pensamiento de músicos se encarniza de la misma forma cuando tocamos otros temas como la política o la religión. La música es parte esencial de nosotros, nos pertenece, nos guía, nos envuelve, y nos lleva a lugares que solamente hemos llegado a conocer gracias nuestro apasionamiento por ella.

Aunque no es un sentir exclusivo de nosotros, existen los verdaderos empresarios musicales que pasan horas trabajando para sacar adelante un proyecto, que muchas veces es dudoso si va a poder ser redituable económicamente. Del otro lado, tenemos a los fans, los melómanos, los que se enloquecen con una presentación en vivo, y los que lloran de emoción al escuchar una canción y vivirla como si fuera propia, como si fueran ellos los mismos protagonistas de este paralelo musical.

Es sumamente interesante el saber por qué una persona escucha determinado estilo musical, qué piensa cuando lo escucha, qué siente, por qué le atrae. Lo mismo que nos preguntamos nosotros los músicos. Si no hemos llegado a esa madurez de cuestionamiento, tenemos la obligación de hacerlo, responderle, razonarlo, vivirlo.

¿De dónde nació este sentir que nos empujó a ser músicos?, ¿qué hicimos primero?, ¿por qué somos unos melómanos empedernidos?... Hay que tener siempre presente que antes de convertirnos en músicos de profesión o en empresarios musicales, anteriormente éramos fans, que simplemente escuchábamos música porque básicamente era y sigue siendo nuestro modus vivendi.

La melomanía es una pasión singular de un sujeto hacia la música, que llega a sobrepasar los límites de la razón y el entendimiento. Esto último, es parte esencial de la magia del medio musical, elevarte a límites donde la razón no alcanza a llegar porque la música, muchas veces, carece de ésta. Sin embargo, para hablar un poco de la forma en que escuchamos, podemos remitirnos, a falta de mejor terminología, a tres planos distintos: 1) el plano sensual, 2) el plano expresivo, 3) el plano puramente musical, (“¿Cómo escuchar la música?”, de Aarón Copland).

Escuchar música por el puro placer que produce el sonido musical mismo, ese es el plano sensual, cuando ponemos música mientras trabajamos, mientras manejamos, etc. El segundo plano, es el plano de los fans, de los admiradores de las canciones de una banda, de un cantante o de una sinfonía, el que los hace sentir e identificarse. Ese plano que les transmite sensaciones, sentimientos, estados de ánimo que hacen de la música una parte indispensable e indisoluble de sus vidas; el plano en el que todos escuchamos.

Por último tenemos el plano puramente musical, técnico, ya que la música existe verdaderamente en cuanto las notas mismas y su manipulación. Es la forman en que escuchamos los músicos profesionales, muchas veces, olvidando a menudo los aspectos más hondos de la música, cayendo en una abstracción del pragmatismo musical. Ahora bien, nunca se escucha en un plano exclusivamente, de hecho la generalidad es relacionarlos entre sí y escuchar de las tres maneras a la vez, de manera instintiva.

La melomanía nació con nosotros y se manifestó a flor de piel en nuestra vida muy probablemente a principios de la adolescencia, cuando buscábamos refugio en el alud de canciones que escuchábamos. Seguramente esa etapa nos dejó una marca indeleble que nos inclinó a dedicarnos a la música, cualquiera que fuera la trinchera, ya sea como instrumentista, compositor, cantante, manager, productor, promotor, etcétera.

Sea cual sea, siempre el objetivo principal ha sido el de transmitir de manera puntal los sentimientos, las experiencias, pensamientos, que como parte de nuestra misma melomanía no pueden ser descritos con palabras, sino con notas musicales únicamente. Es por lo mismo que hay quienes se sumergen en no una, sino en varias “trincheras” para llevar a cabo la transmisión de lo que podríamos llamar nuestro subconsciente musical.

Dicha acción de abarcar más de un campo es realizada con el punto de eliminar cualquier limitación posible en el proceso creativo, de manera que ninguna idea en mente tenga excusa alguna para no llegar a “ser.”



Monday, November 28, 2011

Reivindicación de la profesión


Hace poco participamos los dobles en un "festival" que se llama Rockcampamento que se llevó a cabo en Ecatepec. Evidentemente hubieron muchos descontentos y muchas cosas que no debían salir como salieron, se comenzó a intercambiar correos buscando responsables y señalando a los organizadores del evento como vampiros chupa sangre. La verdad no quisimos entrar en dimes y diretes; pero hubo un correo que nos agradó a sobre manera. Acá lo ponemos de forma textual:

A todas las bandas: El rock and roll, es un oficio de talacha pero es muy noble, ninguna propuesta es tan mala como para pagar un sólo peso por exponerla, estamos viviendo una epoca en donde existen infinidad de espacios para exponer su propuesta, ningún empresario que te pida dinero por tocar excusandose en "gastos de producción" merece su atención, muchas bandas cometemos el error cuando comenzamos, de creer que es importante invertirle dinero a nuestras bandas y terminamos siendo victimas de estos "vividores" que efectivamente chupan sangre del rock, sin tener algún talento, yo me pregunto cual es el trabajo de estos "pseudoempresarios" que dicen que organizan, si no organizan nada, todo lo estan organizando las bandas con su dinero, ellos sólo se convierten en intermediarios y aparte se llevan una buena tajada sin hacer gran cosa, ejemplo: a parte de cobrarles a ustedes, cobran entradas, venta de alcohol y en muchos casos souvenirs, de los cuales ustedes las bandas que son las que ponen el trabajo y el talento no ven un solo peso. Me llama la atención la frase "yo hago eventos y cada banda decide si le entra o no" eso es muy cierto, pero también es cierto que no se le habla a las bandas con le verdad, por que no se les informa que conseguir los lugares para tocar es de lo mas facil solo es de perder miedo de tocar puertas, y lo que hablo es por experiencia, lo mas dificil es conseguir el PA y back line baratos pero se puede, yo creo que si las bandas se juntan en colectivos pueden organizar sus eventos y tal ves pongan cada una mil pesos tambien, pero ya no seran para estos señores que ahora se hacen las victimas, ustedes seran los que se queden con su ganancia que es lo mas correcto y transparente que hay. A fin de cuentas cada quien vive como puede, para cada uno de estos señores siempre habrá una o varias bandas que decidan poner su dinero con la falsa promesa de un buen espacio para tocar, ese no es mi rock, sólo escribo para decirle a todas las bandas que no valoren tan poco sus propuestas como para creer que necesitan pagar por espacios y si van a pagar eliminen a los intermediarios, la autogestión es el camino, no tengan miedo de pedir espacios, esos siempre hay, vivimos en un pais en donde cualquier terreno baldio se puede convertir en un templo del rock and roll, sólo es cuestión de que trabajen por su rock. Nosotros tenemos tres años de talacha y afortunadamente podemos decir que ya vemos los frutos de nuestro trabajo, ahora ya cobramos por nuestra propuesta, ni mucho ni poco pero ya sale para poder seguir difundiendo nuestro proyecto y asi será con todos y cada uno de ustedes si le ponen empeño y esfuerzo a sus propuestas, por favor dejemos en el olvido esta mala practica de pagar por tocar, eso no debe de pasar, ser musico es un privilegio y como cualquier trabajador necesitamos y merecemos un incentivo por nuestro trabajo. Por favor piensen y actuen, organicense en colectivos, salgan a pedir lugares, organicen sus tocadas, ELIMINEN A LOS INTERMEDIARIOS, que estos señores entiendan que si quieren hacer tocadas deben de invertir y que es un riesgo si sacan ganancia o no, pero que ya no los usen para hacer dinero facil, o a poco creen ustedes que los grupos quesque de convocatoria que ponen en sus carteles van gratis o pagan los mil pesos que les piden a ustedes. Obvio no, a ellos hay que pagarles y si estos señores no sacan para pagarles ellos simplemente no se presentan y ustedes los que pagaron, terminan siendo el talento fuerte de sus tocadas. Por último, agradezco de antemano me borren de su base de datos, yo no queria opinar porque realmente me vale pito como se gane cada quien su vida, eso ya depende de los valores con los que cada quien fue educado, pero en vista que estoy leyendo todos y cada uno de los mensajes que llegan y en donde los vividores se hacen las victimas y sacan el rebuscado y nada creible argumento de todo lo hacemos por ayudar a las bandas, no puedo menos que encabronarme ante tal cinismo, para ustedes cada banda vale sólo los 900 o 1000 pesos que le pueden estafar, puro pito que les interesan las bandas y su propuesta, meterian en sus tocadas un puto elefante tocando un arpa si es que les paga el dinero que piden, así que por favor, dejen de hacerse las victimas y si van a vivir de esto, tengan tantita madre y hablenle con la verdad a las bandas. A TODAS LAS BANDAS NO SE DEJEN EMBAUCAR, EL ROCK LO HACEN USTEDES Y EN UN PAIS DE MAS DE 100 MILLONES DE HABITANTES, SIEMPRE HABRÁ QUIEN LOS QUIERA ESCUCHAR, SIN QUE USTEDES PAGUEN UN SOLO PESO. MC. LETHALLA KASQUIVANA


Thursday, September 15, 2011

Vicente - (Nario)


La celebración de estos 200 años de independecia sobre la corona española tiene sus varias lecturas. Ciertamente México es un país de enormes logros, y que merece tener en alto sus valores culturales, sociales y artísticos. Son la cuna de dos enormes civilizaciones, de comida mundialmente famosa y de grandes artistas de la música, el cine y la literatura (por mencionar solo algunas cosas); pero estos 200 años de "libertad" tiene una fondo mucho más escabroso.
Con una violencia que no se aguanta, con los niveles de pobreza de algunos estados que llegan a africanizar la realidad y con una clase empresarial, religiosa y política homo neanderthalensis, la celebración gubernamental de estos 200 años son más que pan y circo pal pueblo que una verdadera celebración nacional. Taparle el ojo al macho para desviar la atención de lo que realmente importa y nos ocupa a todos, artistas y no artistas:

Liberté, égalité, fraternité
(igual que todo en el mundo)

La lucha de la independencia no fue explícitamente para simplemente abolir la exclavitud (y que los que eran exclavos sigan viviendo como exclavos), ni para sacar a los españoles (que sus descendientes siguen viviendo como sus antecesores), sino para traer justicia y equidad a un pueblo que fue brutalmente aplastado por una conquista y una religión impuesta con garrote.

Tener al hombre más rico del mundo (Slim) y al hombre más pobre (Tzotzil), tener el paisaje más bello (Tulum) y el más feo (Iztapalapa), tener al intelectual más ilustre (Fuentes) y al más ignorante (Ninel Conde), también es algo que deja mucho en qué pensar, un país que sigue viviendo en la enorme desigualdad del Virreinato, del Porfiriato, de la Revolución; e igual que todo el siglo XX.

200 años son para pensar, para cavilar, para reflexionar (para luego actuar pensando), no para despilfarrar en banalidades (gobierno) ni ahogarse en un mar de alcohol (pueblo) y descansar estos tres días de puente con una resaca revolucionaria para luego continuar siendo lo mismo por otros 200 años.

¡VIVA MÉXICO!


Tuesday, August 02, 2011

La música y la literatura


La relación entre la música y la literatura ha sido de las más antiguas y provechosas colaboraciones que se han producido entre las distintas manifestaciones del arte. La poesía nació unida con la música, canciones y rimas se emplearon primeramente para que se recordaran los comportamientos de la sociedad. La música y la literatura han estado ligadas desde la época de los trovadores los cuales ligaban la poesía con la música.

Las relaciones que poseen ambas corrientes artísticas se centran en paralelismos, mutua influencia y similitudes, generando una simbiosis mágica que nos ayuda a ver de una forma más estética el mundo en el que vivimos. El tango es uno de los géneros que tienen una carga lírica que usualmente es bastante fuerte, llegando a ser poemas musicalizados que conmueven al que lo sabe apreciar.

Los cantantes y músicos optan por recurrir a la poesía y a la literatura para cantar, tocar o tomar versos de sus poemas favoritos. Se encuentran casos como el de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, entre otros, que trabajan en proyectos que aúnan música y literatura. El escritor Mario Benedetti, que en su obra tiene poesía que podríamos decir es bastante accesible al público, encuentra atractivo para cantantes de todo tipo, desde comienzos de los años setenta, ha escrito numerosas letras de canciones, muchas de las cuales le fueron solicitadas por músicos y cantantes amigos, que las han ido incorporando a sus repertorios y a sus discos.

Un debate que en los últimos años se ha incentivado gracias a las repetidas nominaciones al premio Nóbel de literatura a Bob Dylan, es que si la música puede llegar a considerarse un género literario como tal. La lírica de Dylan es una poesía avasallante que se ha ganada la admiración y respeto de muchos escritores y críticos de literatura.

Serrat apunta que “Dylan es un hombre que entiende las cosas de una forma lúcida y que aglutina todo el pensamiento de progreso, sin el cual no se entendería ni la música, ni los últimos cincuenta años”. Poniendo esto como referencia vemos que cuando el músico implementa más factores literarios y nutre su lírica leyendo y analizando grandes obras literarias, está alimentando su música de una forma tremendamente provechosa a la cual el público siempre responde.

Ojalá toda los que hacemos música tuviéramos como nutrición artística la literatura en cualquier de sus manifestaciones; así dejaríamos de escuchar letras sin sentido que hablan de frivolidades absurdamente superficiales donde los fanfarrones hacen alarde de su poca ingeniosidad recostándose de cuantas pocas neuronas pueden caber en una producción discográfica, (entiéndase Wisin & Yandel).


Monday, July 04, 2011

Música y gente


En el transitado mundo musical siempre se vienen a la mente esos grandes íconos del Rock de los años 60’s y 70’s. Personalidades como Bob Dylan, Robert Plant, John Lennon, Jim Morrison (y un largo etcétera) rememoran una época donde la magia de la música permeaba en cada disco que veía la luz y ciertamente marcaron gran parte del desarrollo musical de la segunda mitad del siglo XX en lo que respecta al género y a la música popular en general.

Es muy interesante imaginarse el tipo de personas que sigue escuchando este tipo de música. Muchos NO melómanos e ignorantes del medio piensan que la gente que gusta de la excentricidades musicales de estos artistas tienen que ser cincuentones borrachos o jóvenes cannábicos inadaptados que deambulan por los pasillos de las universidades escuchando un disco que se estrenó hace 30 años, que seguramente el papá o tío nostálgico tiene una atesorada copia en vinilo. Pero no necesariamente esa es la fórmula de siempre. Recuerdo una vez que fui a ver a Bob Dylan en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México con un amigo de Nicaragua que emocionantemente había venido exclusivamente para la ocasión, y me sorprendió ver entre el público no solamente a identificables melómanos como nosotros, sino también gente mayor de 50 años, niños, oficinistas, mujeres hermosas que más bien pareciera que se alistaron para asistir a un concierto de Wisin y Yandel y no para ver a un genio de más de 70 años.

Es muy fácil estereotipar a la gente por el tipo de música que escucha, pero no siempre nuestros conceptos son la realidad. La otra vez una chica que conocí en un bar en Managua que fácilmente podría pasar por “burguesa sigue corriente modas pasajeras pop & reggeaton”, se declaraba fan de Byork y Radiohead. Así como un compañero de apartamento en la universidad que trabajaba a sus 22 años en un banco transnacional y por las noches lo veías vestido de jeans rotos, tenis converse y  con un churro de monte en la boca y un disco de Pink Floyd en la mano; nada que ver con el muchacho que cuenta tu dinero en la ventanilla.

En el libro ¡Arde la calle! (Reservoir Books Modadori, 2010), Julio Martínez Ríos hace un recuento de las subculturas que cohabitan en la escena urbana: punk, indie, dark, trova, electrónica, cumbia, new age, salsa, metal, emo, pop, reggaetón, hip hop, patinetos, etcétera, etcétera. Nos muestra la filosofía que cada estilo conlleva, además de hacer una reflexión de cada movimiento y definirnos a sus seguidores. Muchas veces cuando estoy en el transporte público y veo a alguien con audífonos me muero de las ganas de preguntar qué es lo que está escuchando y porqué lo escucha, porqué le gusta, qué es lo que tiene de especial esa banda, cantante, “artista” para que sea digno de acompañarte en tus intervalos de traslado. Creo que soy del tipo de músico que le intriga mucho ese tipo de cosas, pero pocas o casi nunca me atrevo a preguntar.

Creo que si cuestionáramos nuestros gustos, de la misma forma que cuestionamos todo lo que nos rodea, nos daría la capacidad crítica de entender y disfrutar mejor lo que entra por nuestros oídos, ya que muchos de los que siguen a Enrique Iglesias, Lady Gaga o  Don Omar no son fans de los artistas en cuestión, son fans de lo que está de moda; y cuando estos dejen de sacar “éxitos” los abandonarán como los que abandonaron a los que desaparecieron sin dejar rastro. Creo que los que no podemos identificar con alguna subcultura urbana (s) son los que prevaleceremos a través del tiempo como los que realmente somos lo que escuchamos y entendemos que la música es el principal puente de unión entre la personas en cualquier convivencia social.